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viernes, 25 de diciembre de 2009

Les deseo una muy FELIZ NAVIDAD y un Prospero Año Nuevo... Para que todos sus deseos más profundos se cumplan en este nuevo año que comienza, con salud, trabajo, paz y alegría!!


¡¡MUCHAS FELICIDADES A TODOS!!


Kenismel.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Espiritu Navideño:

Decimos “Navidad” y se nos viene cantidad de cosas a la mente como árbol navideño, regalos, papá Noel, fuegos artificiales, Noche Buena o Víspera de Navidad…
Decir “Navidad”… el 25 de diciembre, antes armar el arbolito, una costumbre. Adornarlo con distintas cosas; verdes, rojas, doradas, plateadas, azules, todo una combinación especial para cada uno. Las luces que prenden y apagan en las noches; con alguna tarjetita navideña que un familiar nos regalo… la clásica bota de papá Noel colgada, en la ventana, en la chimenea, siempre hay un lugar para ella. Es el día donde todos en familia decoran el arbolito, comienza el espíritu navideño…
Los más chicos ya deseaban que llegara ese día, que para ellos anuncia la pronta llegada de papá Noel y los Reyes Magos; este es el espíritu navideño. Los más chicos son las personas que más lo representan, en cambio los mayores no le dan mucha importancia piensan en “gastos, gastos y más gastos”, pero lo hacen por los niños…
Los niños escriben la carta a papá Noel, todos alguna vez la hicimos con alegría y esperanza: “Querido Papá Noel: Para esta navidad quiero que me traigas…” El clásico principio y luego llega la parte en que le decimos que nos hemos portado muy bien este año.
Ellos son las personas que tienen la ilusión, que a muchos nos falta para llegar a creer, ellos son las personas que le dan la magia a cada navidad llegada.
Llega la noche tan esperada para los niños, la noche buena. Muchos de ellos nerviosos, esperando el momento en poder llegar a ver a papá Noel. Además se hacen las clásicas preguntas: “¿Cómo viene papá Noel?”, “¿Cuándo va a llegar papá Noel?”, “¿Por donde va a entrar papá Noel… si no tenemos chimenea?”… Todas estas preguntas que hay un momento en que cansan, pero no dejamos de responderlas, a la vez nos llega a nosotros, a los más grandes, el espíritu navideño. Al responderle al niño no tenemos más remedio que decirle algo… sabemos que lo que le decimos es cosa nuestra pero le trae magia a la noche.
Comienza el ruido, el cielo estalla de colores, los fuegos artificiales. Mucha gente festeja a través de ellos, se transmite la felicidad… un toque de magia. Las familias están completamente unidas, transmitiendo prosperidad, alegría, deseos… brindan. Es una noche de deseos, sueños, espíritu alegre, hay paz, muchos felices… es la navidad, el espíritu navideño.
Niños dormidos, cansados, agotados… al despertarse van directo hacía el arbolito ya con cara de felicidad, entusiasmo… es muy lindo verle la cara a ese niño, niña queriendo saber que encontrara en los paquetes envueltos de distintos colores, cada uno con su nombre. Otros niños en apenas un instante, tan distraídos en esa noche mágica, pasan por al lado del arbolito y se encuentran con varios paquetes desparramados por el piso… “!!Vino papá Noel¡¡” enseguida gritan con alegría.
La navidad va más aya de creer o no… es la ilusión que da ese día, la unión de cada familia compartiendo risas, abrazos, charlas, deseos…
No perdamos el espíritu navideño, creamos en los renos, los cascabeles, el trineo, en papá Noel… todo aquello que vemos en una película navideña, creamos aunque sea una ilusión, un sueño. Seamos como los niños tan solo una noche… vivamos una noche mágica.
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jueves, 10 de diciembre de 2009

Escrituras.

El lápiz no escribe si no está apoyado en la hoja, no escribe si no tiene punta…
El lápiz, la lapicera son objetos, sí, pero son algo más… por lo menos yo lo creo así. El es el que escribe todos mis pensamientos, sentimientos, lo hacemos mutuamente.
El escribir tiene un poder, un poder mágico de la madurez; como pasan los años y vamos madurando.
Todos habremos empezado con un diario, capaz que no todos, pero la mayoría.
Al cabo de un tiempo ese diario de cuando uno era pequeño se va llenando de apoco. Y a la vez se va perdiendo… hasta que un día lo encontramos y abrimos sus páginas. Recordamos aquellos momentos de cuando uno era niño, niña. Esa manera de escribir tan tonta que es para uno ahora. Nos damos cuenta que vamos creciendo, madurando y esas cosas… esas palabras de niño escritas van cambiando, se transforman en algo más que contar la vida diaria, los amores, el más lindo de la clase, etc., etc. Todo esto pasa a ser sentimientos, sentimientos de amor, amistad, la confusión, el no saber que hacer. Contamos en el diario aquellos momentos tan especiales en la vida de uno, son como aquellas escrituras de hace tiempo, pero son más importantes, que al leerlas nos trae nostalgia de aquellos lindos días acompañados de esas o esa persona importante.
Queda todo grabado en las páginas de un simple diario, con aquel lápiz, compañero, que llega un día que hay que cambiarlo ya que envejece, y conseguimos uno nuevo para seguir apoyando el grafo sobre las hojas de aquel diario, que algún día va a estar lleno otra vez y va a terminar como el diario de cuando uno era pequeño. Al leerlo sentir aquellos sentimientos que sentimos en esos instantes, es algo más que un diario, es nuestra vida, marcada en hojas, con muchos colores y algunos dibujos, que luego va a se memoria en uno al envejecer.
Safe Creative #0910240066769

lunes, 7 de diciembre de 2009

Lo que no se dijo.

Palabras que se piensas, pero no se dicen, no las transmitimos… ¿Por qué? ¿Por qué nos callamos todo?... ¿Por miedo? ¿Por vergüenza? No las decimos, las pensamos y nos quedan en nuestro interior, es un dolor para nosotros y nos terminan matando!! Ellas no mueren hasta que salen a la vida y esa persona sabe ese sentimiento, o tan solo algo, eso que estaba guardado en nuestro interior y no lo dejamos salir.
Al callarnos todo, mentimos, decimos algo que no es, que no queremos decir… no es real. Le hacemos creer a esa persona una cosa que no es. No nos expresamos, no decimos todo lo que hay que decir y nos lo callamos, lo guardamos para nunca decirlo… O capas, para largarlo más tarde y no en el momento justo. Si decimos lo que hay que decir en otro momento, no va a ser igual decirlo cuando se nos pasa por nuestra mente, cuando es el momento y lugar exacto no lo decimos. Lo dejamos para más tarde…
¿Qué pasaría si hubiéramos dicho eso que queremos, aquella ves? Cambiaría todo, pero nuestra cobardía no nos deja hacerlo.
Se expresarían sentimientos, cualquier tipo, dependiendo de la situación. Pero no sabemos como encararía “eso” esa persona.
¿Por qué no decimos? Y callamos… Deberíamos decir y no callar… Todo sería más facil.


Safe Creative #0910240066769