Adioses

Muchas personas se van, sin despedirse, sin avisar. Desaparecen de nuestras vidas como una brisa repentina que no volvemos a ver por mucho tiempo… o quizás nunca más… dejemos que pase el tiempo.
Hay veces que volvemos a ver a esa persona pero ya no es lo mismo, hubo cambios. Toda persona sufre cambios a lo largo de su vida, cambios positivos y negativos; algo nos influye positivamente o negativamente… hay una gran diferencia.
Esa persona especial para uno se va repentinamente… la extrañamos por un largo tiempo. Al cabo de los días esa persona se nos va olvidando, pero con un simple recuerdo regresa otra vez a nuestro corazón. Esta vez recordamos algo más, más tiempos vividos.
Nos preguntamos ¿Por qué no actué de esta manera? Hubiera pasado otra cosa y no eso. Nos arrepentimos de nuestros actos ya hechos, pero no los podemos cambiar. Solo basta con recordar, revivir esos recuerdos en nuestro corazón. Sin olvidar jamás a esa persona especial que pronto podrá ser suplantada por otra… esperamos que sea mejor.
Pero basta con recordar el adiós, ese adiós tan repentino que es lo peor de los recuerdos. Un adiós sin saludo es el peor de todos…no sabemos más nada de esa persona…
Inconcientemente esperamos la llegada de esa persona permanentemente, hasta que un día volvemos a verla y comienza algo nuevo… completamente distinto.